Es frecuente escuchar que la pandemia de la COVID-19 impulsó el teletrabajo y revolucionó las culturas organizacionales de las diferentes empresas, pero escuchamos poco de lo que la pandemia ha supuesto para el sector salud. Telemedicina y telesalud son términos que cada vez están más presentes, pero todavía son términos incipientes para la sociedad en general.
Hablamos de la telemedicina o telesalud cuando los médicos hacen uso de las nuevas tecnologías para innovar a la hora de recibir a sus pacientes con una mayor calidad. La telemedicina es una práctica muy útil ya que permite a los pacientes no desplazarse de su domicilio para recibir una consulta médica. Las consultas virtuales son el comienzo de una revolución sanitaria a la que seguirán hechos como la asistencia al paciente a través de realidad virtual o 5G.
Pero como comentábamos, la telemedicina va más allá de las visitas virtuales, esta nueva práctica y tendencia también ayuda a la orientación de pacientes y cuidadores de los mismos a la hora de seguir nuevos tratamientos o diagnósticos. Esta digitalización del servicio médico permite también estar más cerca de aquellos pacientes que sufren de problemas relacionados con la salud mental como la depresión o ansiedad, permitiendo ayudarles en cualquier momento del día.
La telemedicina también ha facilitado a los médicos el traspaso de información entre las diferentes especialidades y sus doctores. Facilitando los diagnósticos integrados de cada paciente, permitiendo seguimientos mucho más certeros y mejorando la coordinación entre los especialistas, especialmente para aquellas patologías que afectan a más de una especialidad.
La respuesta depende del objetivo del especialista o de los problemas y patologías de los pacientes. En 2022 los métodos de telemedicina más usados fueron las videollamadas a través de ordenadores o smartphones, haciendo posible la comunicación a distancia en tiempo real entre el doctor y el paciente.
Otra de las tecnologías más utilizadas han sido los dispositivos capaces de medir las constantes fisiológicas de los pacientes a través de una red de internet. A estas tecnologías de telemedicina se les conoce como Monitoreo Remoto de Pacientes o RPM. Por último, debemos señalar aquellas áreas de paciente en las que los usuarios de las diferentes redes de salud pueden obtener toda su información a través de una página web o aplicación así como acceso a un chat en vivo con profesionales sanitarios.
México no es ajeno a esta revolución que está viviendo el sector sanitario: la telemedicina ha ganado popularidad en México si miramos atrás. Según un informe de la OPS (Organización Panamericana de la salud) publicado en 2018 titulado “Telemedicina en las Américas”, se señala que México ha desarrollado una estrategia nacional de telemedicina y ha implementado una serie de proyectos piloto en diferentes regiones del país. El mismo informe revela la necesidad de una mejora en la infraestructura tecnológica y la formación tanto de los especialistas médicos como de los pacientes para poder aprovechar al máximo los beneficios de esta práctica.
Otro de los estudios de la COP publicado en 2021 y llamado “Telemedicina: desafíos y alternativas de la práctica médica” evidenció que el 63% de los encuestados pensaba que la telemedicina y la telesalud serían una solución efectiva para solucionar los problemas de cobertura sanitaria en méxico. Otro de los datos más esperanzadores para la telemedicina en el país es que el 88% de la muestra encuestada afirma estar dispuesta a realizar sus seguimientos médicos a través de consultas online.
Como toda práctica, la telemedicina y la telesalud conllevan una serie de ventajas y desventajas. Ya hemos mencionado un par de ventajas en anteriores párrafos, pero veamos la lista completa:
• Acceso 360º a la información e historiales de los pacientes, proporcionando una mayor coordinación entre los especialistas médicos.
• Mayor acceso a una atención clínica para todo el mundo. No debemos olvidar que la telemedicina surgió para suplir una necesidad: hacer llegar la medicina a las personas que residían en zonas rurales. Sin duda, ha experimentado una evolución a la comodidad de todos los usuarios evitando desplazamientos, pero también por motivos de seguridad: no olvidemos que las visitas a centros médicos en época de la COVID-19 estaba completamente desaconsejada excepto para aquellos pacientes con alta necesidad.
• Como consecuencia del punto anterior se reduce la propagación de patologías entre pacientes.
• Disminución de las listas de espera, lo que contribuye a una detección precoz de algunas patologías graves, posibilitando una cura temprana o el uso de tratamientos menos agresivos.
• Mayor eficiencia médica: la telemedicina puede permitir a los médicos y otros profesionales del sector salud atender a más pacientes en menos tiempo, lo que puede mejorar la eficiencia de los diferentes sistemas sanitarios a nivel mundial.
Algunas de las desventajas que presentan la telemedicina y la telesalud incluyen entre las siguientes:
• Alto costo de mantenimiento. Las infraestructuras para asegurar una atención de calidad representan altos costos e inversiones elevadas, haciendo que algunos centros de atención de menor tamaño o con menores recursos no puedan activar el uso de estas herramientas para sus pacientes.
• Preferencia por la atención clásica y física. El cambio de paradigma supone un reto para la telemedicina: los servicios en línea, sobre todo los más novedosos, cuentan con brechas de confianza en sus principios, haciendo que los pacientes sigan prefiriendo las visitas presenciales.
• Limitaciones dependiendo del tipo de patología: no todas las enfermedades pueden ser tratadas a distancia. Numerosas patologías requieren las evaluaciones y seguimientos presenciales, por lo que es imposible instaurar la telemedicina en algunos casos.
• Dificultades técnicas y barreras tecnológicas: a veces puede ser complicado el establecimiento de una conexión estable durante las consultas telemáticas, dificultando la comunicación doctor/a-paciente. Por este mismo motivo, como hemos contado en nuestro blog, es clave la formación médica continua.
• Barreras legales y regulatorias: en algunos casos, pueden existir normas que compliquen la capacidad de los especialistas sanitarios para proporcionar atención a través de la telemedicina.
En general, la telemedicina está cada vez más instaurada como una herramienta importante para mejorar la atención médica en todos los países del mundo, y cada vez, son más los países que están adoptando estas herramientas tecnológicas para mejorar el acceso a la atención médica para todos los pacientes. Para lograr una telemedicina de calidad será importante que los profesionales de la salud estén capacitados y tengan acceso a las tecnologías necesarias para poder desarrollar de manera óptima su trabajo. De igual manera, será importante continuar el cuidado humano de manera paralela al desarrollo de las tecnologías para que nunca se perciba a la telemedicina como una innovación que aleja a los especialistas de los pacientes.