Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre México y su estrecha relación con el sector healthcare o farmacéutico. Pero recapitulemos: la industria farmacéutica resulta un sector clave para nuestro país y representa ni más ni menos que un 1.2% al PIB nacional.
El crecimiento de este sector busca entre otras cosas ayudar al conjunto de la sociedad mexicana a lograr un acceso más igualitario y sencillo a los medicamentos para que de esta manera, cuenten con una mejor calidad de vida. Por eso, con la ampliación de las citas médicas gracias a la telemedicina y los avances del sector salud, son cada vez más los ciudadanos que cuentan con un acceso seguro a terapias, consultas y medicamentos.
También debemos recordar tal y cómo comentamos en artículos anteriores la existencia de dos tipos de medicamentos: medicamentos de venta libre u OTC y medicamentos controlados o con necesidad de prescripción médica. Los de venta libre son aquellos a los que todos los ciudadanos tienen acceso en farmacias y supermercados y sobre los cuales sí pueden realizarse acciones publicitarias y de promoción, mientras que aquellos con necesidad de prescripción médica son los que sólo se pueden obtener a través de una receta médica proporcionada por un especialista de la salud.
Recordemos que los medicamentos son elementos o sustancias que logran curarnos, aliviarnos o prevenirnos de alguna dolencia o patología y que pueden clasificarse según el tipo de administración:
• Vía Oral: este tipo de administración se considera la más económica, segura y cómoda para los consumidores. Este tipo de medicamentos se consumen a través de la boca. Encontraremos: comprimidos, cápsulas, jarabes y sobres.
• Vía parenteral: para este tipo de administración deberemos atravesar capas cutáneas a través de inyecciones. Esta vía suele ser la más utilizada en la atención primaria. Encontramos en este grupo: ampollas y/o viales.
• Vía vaginal: se administran de manera intravaginal como los óvulos.
• Vía tópica: aplicación de un medicamento de manera cutánea superficial, es decir, se aplica el medicamento sobre la piel. En este grupo encontraremos: cremas, pomadas y ungüentos.
• Vía rectal: administrados a través del ano como los supositorios.
Según explica la Secretaría de Economía, el 92,6% de los medicamentos que se venden en México son genéricos. ¿Qué consecuencia tiene esto? como comentábamos en párrafos anteriores, la generación de medicamentos genéricos se traduce en una mayor accesibilidad de los mismos para la población por ser más económicos. De hecho, el INEFAM calculó a finales de 2022 que en México se consumieron más de 4.800 piezas de los cuales el 92.6% eran genéricos, mientras que tan sólo el 7.4% son resultantes de patentes.
Pero, ¿qué es un medicamento genérico? Los medicamentos genéricos son aquellos nacidos gracias a la caducidad de la patente que protegía a un medicamento. La clave de este tipo de productos se basa en la bioequivalencia de sus componentes, incluyendo la misma forma farmacéutica y la misma dosis. Cuando hablamos de bioequivalencia estamos refiriéndonos al proceso que certifica que dos sustancias son idénticas en cuanto a composición, eficacia y seguridad.
Como decíamos, los medicamentos genéricos no pueden variar en los principios activos y su cantidad, ya que el principio activo se trata del componente que logra aliviar las dolencias. Sin embargo, los excipientes sí pueden variar. De hecho, serán los excipientes los componentes que diferencien a los productos genéricos unos de otros a través de la incorporación de mejoras o disminución de efectos secundarios. Los excipientes son las sustancias que ayudan a la mejor absorción del principio activo.
Los medicamentos que suelen consumirse en el día a día en México van desde los analgésicos y antiinflamatorios, encargados de aliviar el dolor físico, hasta los antialérgicos. Pasando por antipiréticos, destinados a la reducción de la fiebre, antiulcerosos y antiácidos gástricos, mucolíticos y antitusivos para las dificultades respiratorias propias de un resfriado o gripe y por último, los antibióticos destinados a la cura de infecciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) redactó una lista con los medicamentos que se consideran como “básicos” para el trato de las dolencias leves y malestares generales:
• Aspirina: o también conocida como acetil-salicílico destinado al alivio del malestar general como: dolor, fiebre e inflamación.
• Paracetamol: un analgésico capaz de aliviar la fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, síntomas de artritis, dolor de espalda y/o resfriados.
• Omeprazol: medicamento encargado de proteger la mucosa gástrica y de evitar las úlceras con tendencia a aparecer en el esófago, estómago y duodeno.
• Simvastatina: fármaco destinado para reducir el colesterol y los triglicéridos en sangre.
• Levotiroxina sódica: para el aumento de la actividad metabólica y encargada de mantener las funciones cerebrales.
• Ramipril: vigila los niveles de presión alta en sangre (necesita prescripción médica).
• Amlodipina: encargada de controlar el flujo sanguíneo, la presión arterial y el tratamiento de la hipertensión (necesita prescripción médica).
Pero, ¿cuáles son los medicamentos más vendidos y consumidos en nuestro país? El último estudio que realizó la Asociación Nacional de Distribuidores de Medicinas (ANADIM) fue en 2021 para identificar cuáles eran los que más se vendían en México a raíz de la pandemia de la COVID-19. Los cuatro medicamentos más vendidos fueron los siguientes:
• Ivermectina: este medicamento se utiliza para la eliminación de parásitos como la sarna y cuenta con pocos efectos adversos. Para la adquisición de este medicamento es necesaria una receta médica.
• Oseltamivir: se trata de un antigripal más fuerte de lo común para aquellas gripes o “influenza” que se complican. Se recomienda consumir este medicamento durante las primeras 48 horas desde los primeros síntomas. Al igual que el fármaco anterior y todos los antivirales destinados al tratamiento de la influenza, este requiere de una receta médica.
• Dexametasona: se trata de un corticoide destinado a la inflamación que puede causar diferentes reacciones alérgicas. Necesita receta médica.
• Azitromicina: compuesto químico antibiótico para tratar infecciones bacterianas cómo pueden ser la bronquitis y la neumonía. Cómo cualquier antibiótico precisa de prescripción médica.
Como ya sabemos los medicamentos son elementos que con accesibilidad, mejoran el bienestar y la salud de las personas, haciendo de esta una población sana. Tener una sociedad sana, con bienestar y con el acceso adecuado a las herramientas del cuidado de la salud, ayuda a abaratar costos en nuestro sistema de salud nacional, y aumenta por tanto la productividad de la población.