El mercadeo ha ido cambiando con el paso de los años, las nuevas generaciones digitales han tomado el lugar de los trajes grises que transitaban la avenida Madison en Nueva York y fueron los fundadores del qué hacer y qué decir para llamar la atención de la mayor cantidad de consumidores.
Radio, televisión, panfletos, llamadas en frío y publicidad por correo o de puerta en puerta eran los métodos preferidos de la “Vieja escuela”, donde las cuatro “P” eran las predominantes (producto, precio, punto de venta y promoción), con un estilo de “imponer” lo que estuvieran vendiendo o incluso saturar al público.
Por otro lado, la “Nueva escuela” se enfoca en otra base: crear conexión y fidelidad. A diferencia de su predecesor, que sólo se conformaba con que consumiera una vez un producto o servicio, busca mantener la relación, hacerla crecer e incluso crear una comunidad.
Ejemplo de ello es cómo se crean grupos en Facebook, Reddit o Discord de un podcast, un programa de Netflix, un videojuego o un equipo deportivo. Se crea una conexión y un sentido de hermandad, un esfuerzo especial de las marcas o creadores con su producto.
Los métodos de la generación actual son mucho más eficaces que la anterior, con las redes sociales, el correo electrónico y los newsletters que permiten llegar a una cantidad más grande de personas y sin gastar tantos recursos. Se enfoca en satisfacer las necesidades del cliente sin ser tan invasiva ya que va más al “permiso” o consentimiento de su audiencia (por ejemplo, la política de las “cookies”).
En la actualidad, ambas escuelas son instituciones fundamentales para vender un producto, aunque hay empresas con mucho capital que usan ambas para promocionarse. Como siempre, utilizar técnicas tradicionales o modernas depende de los objetivos que se tengan planteados y generalmente lo que es clave para lograr el éxito es alcanzar un marketing mix que tenga sentido y genere sinergias.