La experiencia del cliente es la suma total de la percepción que tiene un cliente de su negocio. Es el resultado de cada interacción que tienen, desde ver su último anuncio de televisión hasta ponerse en contacto con su equipo de atención al cliente y entrar en una de sus tiendas.
Si bien la experiencia del cliente variará de un cliente a otro, según el alcance de su interacción, con quién hablan y cuáles son sus expectativas generales de las empresas de su sector, hay mucho que puede hacer para que sea de alta calidad de manera constante. Ahí es donde entra en juego la estrategia de experiencia del cliente.
El servicio al cliente puede verse como una parte clave de la experiencia general del cliente. A través de roles de trabajo dedicados, como asistente de servicio al cliente o agente del centro de contacto, el servicio al cliente es una inversión que su empresa hace para mantener a los clientes contentos y mantener altos niveles de satisfacción del cliente.
La experiencia del cliente se ocupa de todo eso, además de los puntos de contacto adicionales con el cliente que es posible que no se hayan considerado previamente para la optimización, cosas como la interfaz de usuario en el flujo de pago de su tarjeta de crédito o la capacitación que brinda a sus conductores de entrega. La experiencia del cliente también incluye todas las cosas que los clientes perciben sin que usted necesariamente lo sepa: sus anuncios de televisión, publicaciones en redes sociales, vehículos de marca en la carretera y los comentarios de amigos y familiares que han usado sus productos.
Las investigaciones indican que los clientes no solo toman decisiones de compra en función de la experiencia del cliente, sino que también están dispuestos a pagar más por una buena experiencia e incluso a perdonar los errores de las empresas a las que se han vuelto leales.