En el libro “Tratado para radicales” de Saúl Alinsky se aprenden muchas cosas, desde el acercamiento a las comunidades hasta la organización. Una de las “reglas” que el autor señala, es la capacidad de liderar con sensibilidad. Es decir, saber aproximarse a un grupo humano conocido o ajeno con la capacidad de empatizar con sus problemas, inquietudes, dudas o aspiraciones.
En uno de los casos que pone de ejemplo, el libro explica cómo se debe hacer para llegar a un grupo de personas desconocido y persuadirlos de cambiar un hábito o un proceso que, de otro modo, seguirían haciendo igualmente. El primer impulso de decirles directamente qué tienen que cambiar no funciona, así se usen hechos, datos, ejemplos o presiones.
La posibilidad para liderar una comunidad, parte de la licencia que te da el entender sus razones. Saber por qué hacen algo o por qué no. Y para entender sus razones, tienes que conectar con sus realidades. No basta con llegar y decirles que hay algo mal, sino llegar y preguntar qué necesitan para persuadir en función a eso.
Una de nuestras campañas galardonadas recientemente fue “A Todo Pulmón”, junto con la colaboración de Roche. Y nuestra estrategia aplicó estos principios para buscar conectar con miles de pacientes que luchan contra el cáncer de pulmón.
En lugar de enfocarnos en las conductas o causas relacionadas al cáncer de pulmón, decidimos conectar con las necesidades de los pacientes y por ello acuñamos el slogan “A todo pulmón, trabajando intensamente por más tiempo de vida”. Ese mensaje, rodeado de una serie de acciones basadas en ejemplos de personas famosas que sufrieron esta enfermedad, una pieza visual con relojes que formaban la silueta de dos pulmones y otras piezas con mensajes para diferentes canales, le dieron la oportunidad a Roche de recomendar una mejor vía para acompañar a los pacientes mientras respondía a sus inquietudes.