En la revolución de la comunicación en general, un nuevo fenómeno terminó de explotar en 2020 y amenaza con cambiar el consumo de contenido en vivo para siempre: los “lives” de los influenciadores. Y esto es algo que las marcas van a tener que decidir cómo aprovechar publicitariamente.
Cuando Facebook, Instagram, Twitter o plataformas como Twitch perfeccionaron sus mecanismos para poder hacer una transmisión en vivo digitalmente, lucía como una alternativa dinámica para segmentos específicos de nuestras comunidades. Sin embargo, parece que esta tendencia llegará antes de lo esperado.
Un ejemplo claro de la celeridad de esta tendencia se dio durante las celebraciones de año nuevo. Ibai Llanos, un “streamer” muy popular en España, consiguió 500,000 personas conectadas para su celebración a las 12 del día de año nuevo. El número no solo por sí mismo es impresionante, sino que impresiona todavía más cuando se pone en contexto: supera lo que lograron reunir los principales canales de televisión líderes del país (España).
Aunque en principio, los fenómenos de influenciadores y el surgimiento de las transmisiones en vivo se visualizaban como dos líneas relacionadas pero separadas, la conquista de los influencers de estas plataformas por su flexibilidad amenaza con convertirse en un fenómeno en sí mismo. Pronto, en tu canal de televisión preferido podrías seguir sencillamente la programación 24 horas de tu influenciador predilecto.
Aunque todavía falta por ver cómo inciden otras fuerzas, las marcas tienen que comenzar a pensar en cómo van a actuar en un mundo en el que los espacios publicitarios más valiosos no van a ser las transmisiones de las cableras o canales de televisión más grandes, sino en la programación de un influenciador destacado.
Lo que parecía una fuerza dirigida a nichos por separado, comienza a masificarse y es probable que una persona que se dedicaba a compartir contenido en redes sociales sea capaz de generar, mediante alianzas y una evolución gradual, un flujo de contenido suficiente para que compita propiamente con Netflix o una productora.