El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, es una fecha internacional para la educación, la concienciación y la promoción de la salud mental mundial contra el estigma social. Se celebró por primera vez en 1992 por iniciativa de la Federación Mundial de Salud Mental, una organización con miembros y contactos en más de 150 países. Este día, miles de simpatizantes celebran este programa anual de concientización para llamar la atención sobre las enfermedades mentales y sus principales efectos en la vida de las personas en todo el mundo.
El tema del Día Mundial de la Salud Mental 2021, que es "Salud mental en un mundo desigual". Este año se destacará que el acceso a los servicios de salud mental sigue siendo desigual, entre 75% y 95% de las personas con trastornos mentales en los países de ingresos bajos y medianos que no pueden acceder a los servicios de salud mental en absoluto, y el acceso en los países de altos ingresos no es mucho mejor. La falta de inversión en salud mental, desproporcionada con el presupuesto general de salud, contribuye a la brecha del tratamiento de salud mental.
Muchas personas con enfermedades mentales no reciben el tratamiento al que tienen derecho y que merecen y, junto con sus familias y cuidadores, continúan sufriendo el estigma y la discriminación. La brecha entre los que "tienen" y los que "no tienen" se hace cada vez más amplia y sigue habiendo una necesidad insatisfecha en el cuidado de las personas con un problema de salud mental.
El estigma y la discriminación que experimentan las personas que padecen enfermedades mentales no solo afecta la salud física y mental de las personas, el estigma también afecta sus oportunidades educativas, sus ingresos actuales y futuros y sus perspectivas laborales, y también afecta a sus familias y seres queridos. Es necesario abordar esta desigualdad porque no se debe permitir que continúe. Todos tenemos un papel que desempeñar para abordar estas disparidades y garantizar que las personas con experiencias vividas de salud mental estén completamente integradas en todos los aspectos de la vida.
Las personas que padecen enfermedades físicas también suelen experimentar angustia psicológica y dificultades de salud mental. Un ejemplo es la discapacidad visual. Más de 2.200 millones de personas tienen discapacidad visual en todo el mundo, y la mayoría también experimenta ansiedad y / o depresión y esto se agrava para las personas con discapacidad visual que experimentan circunstancias sociales y económicas adversas.
La pandemia de COVID 19 ha puesto de relieve aún más los efectos de la desigualdad en los resultados de salud y ninguna nación, por más recursos que tenga, ha estado completamente preparada para esto. La pandemia ha afectado y seguirá afectando a personas de todas las edades, de muchas formas: a través de infecciones y enfermedades, que a veces provocan la muerte y el duelo de los familiares supervivientes; a través del impacto económico, con la pérdida de puestos de trabajo y la continua precariedad laboral; y con el distanciamiento físico que puede llevar al aislamiento social.