La salud y el bienestar son temas de creciente relevancia en la sociedad contemporánea, que se enfrenta a desafíos tanto físicos como mentales. Aunque el bienestar físico ha sido tradicionalmente un foco de atención, la salud mental ha ganado peso en la conversación pública, especialmente en los últimos años a raíz de la pandemia de la COVID-19. El estudio "Who Cares? Who Does? Health 2024" de Kantar aborda estas tendencias, arrojando luz sobre las percepciones, preocupaciones y expectativas de los consumidores respecto a su bienestar.
Según el estudio, aunque la mayoría de las personas creen ser las principales responsables de su salud, las acciones llevadas a cabo para promover su propio bienestar es insuficiente. Un 78% de los encuestados afirma que el control de su salud recae en ellos mismos. Sin embargo, solo el 51% afirma cuidar de su salud física de forma activa, mientras que apenas el 49% se enfoca en su bienestar mental.
Esto sugiere una contradicción clara: aunque los consumidores reconocen la importancia de su propio papel, muchas veces no logran tomar medidas concretas para mejorar su calidad de vida. Esta situación plantea preguntas importantes sobre qué motiva o frena a las personas a la hora de cuidar de su salud, y sobre el papel que pueden jugar las marcas en este contexto.
El concepto de bienestar varía de una región a otra, y el estudio de Kantar muestra diferencias significativas en la percepción de salud en distintas partes del mundo. Globalmente, sólo el 56% de los encuestados afirma sentirse "bien" o "muy bien" en su día a día, con porcentajes que fluctúan entre el 53% en Europa y el 68% en Asia-Pacífico. En Estados Unidos, donde las tasas de obesidad alcanzan el 42%, el bienestar físico es un desafío de gran magnitud.
Los datos reflejan una tendencia preocupante: la salud, aunque reconocida como una responsabilidad personal, sigue siendo un reto global. Factores como el costo de los productos saludables y la presión financiera derivada de la inflación dificultan que las personas adopten estilos de vida saludables de forma sostenida.
Si bien el cuidado de la salud es una responsabilidad personal, muchos consumidores también esperan apoyo de marcas y gobiernos. El 49% de los compradores cree que las marcas deberían facilitar un estilo de vida saludable, y en Estados Unidos este porcentaje aumenta al 56%. Además, el 47% de los encuestados señala que el apoyo gubernamental sería crucial para mejorar la salud pública.
En este contexto, las marcas se enfrentan a una oportunidad única: convertirse en facilitadoras del bienestar. Los consumidores buscan que las marcas ofrezcan soluciones asequibles, prácticas y accesibles que les ayuden a superar los obstáculos para mantener un estilo de vida saludable. Entre las áreas de mejora destacan la reducción de costos en productos saludables, el abordaje del estrés y la oferta de orientación clara sobre cómo adoptar una dieta equilibrada.
1. Asequibilidad y accesibilidad: una de las principales barreras para el bienestar es el costo asociado a los productos y servicios saludables. Muchas personas desearían mejorar su salud, pero se sienten limitadas económicamente. Las marcas que logren reducir los precios de sus productos saludables o desarrollen versiones accesibles estarán en una posición privilegiada para ganarse la confianza y la lealtad de los consumidores.
2. Transparencia: la confianza en una marca depende de su transparencia. Mensajes contradictorios o etiquetados poco claros generan desconfianza, dificultando que los consumidores tomen decisiones informadas sobre su salud. Las marcas que apuesten por una comunicación honesta y directa y que proporcionen listas de ingredientes comprensibles tendrán una ventaja significativa en un mercado donde la información es cada vez más valiosa para los consumidores.
3. Conexión emocional y relevancia en momentos clave: más allá de satisfacer las necesidades físicas, las marcas también deben conectar emocionalmente con los consumidores. El bienestar no solo es físico, sino que incluye aspectos emocionales y psicológicos. Las marcas que ofrezcan experiencias placenteras y que entiendan los deseos y necesidades emocionales de los consumidores pueden crear vínculos más fuertes y duraderos. El estudio de Kantar subraya que la salud no es privación, sino equilibrio. Los caprichos ocasionales y los placeres simples pueden contribuir al bienestar emocional, y las marcas pueden aprovechar esto para ofrecer experiencias que complementen un estilo de vida saludable sin renunciar al disfrute.
4. Diferenciación y propósito: las marcas que se destaquen en el ámbito del bienestar no solo ofrecerán productos saludables, sino que también se presentarán como agentes de cambio positivo. Aquellas que consigan diferenciarse mediante un propósito claro y significativo atraerán a consumidores comprometidos con mejorar su calidad de vida. El propósito debe ser auténtico y resonar con las aspiraciones y valores del consumidor, quienes buscan alinearse con marcas que compartan sus preocupaciones y objetivos.
En un entorno donde el cambio es constante y la salud se enfrenta a nuevos desafíos, el bienestar de los consumidores requiere adaptabilidad y compromiso por parte de las marcas. Además de las necesidades físicas, las preocupaciones emocionales y mentales cobran cada vez más importancia. Según el estudio, la salud mental y el estrés son factores que deben abordarse en cualquier propuesta de bienestar. Las marcas tienen la oportunidad de ampliar su oferta para incluir soluciones que no solo abordan el bienestar físico, sino también el mental, contribuyendo a un enfoque integral del bienestar.
El bienestar es, sin duda, una de las prioridades emergentes en el mundo moderno. Aunque la responsabilidad de la salud recae en los individuos, las marcas pueden jugar un rol fundamental en la creación de un entorno que fomente un estilo de vida saludable y equilibrado. Ya sea a través de la reducción de precios, la claridad en la comunicación, el fomento del equilibrio emocional o la creación de un propósito significativo, las marcas tienen múltiples formas de influir positivamente en la vida de los consumidores.
El reto para las marcas no es solo vender productos o servicios, sino convertirse en aliados reales del consumidor en su camino hacia una vida más saludable. Como revela el informe de Kantar, el bienestar es complejo y requiere una mezcla de apoyo, asequibilidad y transparencia. Las marcas que logren integrar estos aspectos en su propuesta de valor tendrán una ventaja significativa en un mercado donde la demanda de salud y bienestar sigue en alza.
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