Ahora que en los países que más han avanzado con la vacunación se empieza a retomar una cierta normalidad -algo que esperamos suceda a nivel global lo más pronto posible- vale la pena conversar sobre los hábitos que se quedan y los que se van tras la pandemia.
En anteriores entregas hemos hablado de cómo la aceleración digital afectó, o mejor dicho condicionó, el consumo de muchos en todo el mundo. Cientos de procesos que se hacían de manera presencial, por obligación, se comenzaron a hacer de manera digital. Y algunos calaron y fueron bienvenidos.
Hoy, queremos repasar y valorar algunas de estas transformaciones y preguntarnos: ¿Es un cambio que llegó para quedarse?
Las compras online
El aumento de las compras por medio de canales digitales tocó el 39%. Una vez que los países bajen las restricciones y las plazas comerciales reabran con toda su capacidad, este indicador deberá disminuir. Sin embargo, la tendencia parece que se quedará. Millones de personas pudieron probar las compras online y a muchas les agradó el mecanismo. Por eficiencia y ahorro de costos, esta tendencia permanecerá.
La huella medioambiental
Es un tema que venía tomando fuerza antes de la pandemia, pero de la propia crisis derivó como un tema colateral. Algunos científicos incluso alegan que la pandemia se debe en parte a nuestro impacto en el ambiente, porque animales que contienen virus desconocidos pierden su hábitat y salen de su entorno. Es probable que esta tendencia también se mantenga.
La privacidad
Aquí hay una mayor ambivalencia. Aunque el debate existe y cada vez más las personas pedirán que las marcas sean menos invasivas a la hora de venderles, es un territorio en constante evolución. Es probable que las empresas encuentren formas de obtener datos de los consumidores para predecir sus demandas de una manera más amigable, con consentimiento de todos y, por ende, hacer una venta menos invasiva… pero queda mucho camino por recorrer.
Lealtad a los ganadores
Esta crisis deja ganadores y perdedores en cuanto a fidelidad de marca. Sin embargo, nada es eterno y menos en un contexto tan convulso como el que vivimos. Los ganadores de hoy, no son necesariamente los que seguirán dominando mañana.