Como ustedes saben, en APC Publicidad nos gusta hablar sobre publicidad y salud. Aunque normalmente cuando mezclamos ambos temas se trata de cómo se hace la mejor publicidad en salud, hoy queremos conversar sobre estudios recientes que indican que hay tipos de publicidad que, en efecto, son malas para nuestra salud. ¿De qué se trata? Se los resumimos.
Desde hace tiempo se sabe que la segmentación en internet nos está afectando socialmente. Desde los experimentos durante la Primavera Árabe, se sabe que dependiendo de en qué parte del mundo estaba alguien, al “googlear” Egipto te podían salir noticias sobre la crisis social o famosas visitas a las Pirámides. Una brecha informativa marcada por tu ubicación.
Es decir, esos display que nos salen continuamente en las páginas que frecuentamos y a veces son invasivas. Los cientos de pop-ups que vemos y son difíciles de ignorar.
Según el estudio, la automatización e hípersegmentación de esos mensajes publicitarios está creando nuevas cámaras de eco. En su momento, este problema que parecía proceder solo en campañas políticas, ahora invade el aspecto comercial: la repetición de mensajes en la gente según su geografía crea divisiones sociales que terminan impactando la capacidad de relacionarse de las personas, y en última instancia, su salud mental.
En un contexto donde la salud mental está tomando protagonismo y que la vida en sociedad se ha vuelto más relevante tras las restricciones por la COVID-19, entendemos que el escrutinio sobre la publicidad programática seguirá en aumento.