En el marco de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, se puso de manifiesto un tema que llevábamos conversando hace tiempo y que vuelve a mostrar su importancia: la salud mental.
Incluso atletas de alto rendimiento, entrenados para afrontar competiciones y momentos de alta tensión, se han visto en la necesidad de renunciar o retirarse para anteponer su salud mental frente a la presión.
Hoy queremos conversar acerca de algunos de los casos más famosos, para contextualizar y entender que la salud mental no solo es importante, sino fundamental para cuidarnos y desarrollar nuestra vida diaria.
La tenista japonesa y campeona de torneos de Grand Slam, se retiró de uno de los torneos más importantes del circuito por la presión del comité organizador de declarar ante los medios de comunicación, aunque ella pidió expresamente no hacerlo. Ante esta situación y en una decisión sorpresiva, la tenista se retiró del torneo a pesar de ser la favorita, renunciando a la oportunidad de sumar otro éxito y una importante suma de dinero. ¿Por qué lo hizo? Porque antepuso su salud mental.
La famosa e histórica gimnasta olímpica estadounidense, decidió en Tokio 2021 no defender algunos de sus títulos porque mentalmente no estaba lista para asumir el desafío. La gimnasta recibió el apoyo de muchas personas y demostró que, incluso en un momento histórico como unas olimpiadas, la salud mental sigue siendo primordial. Boles compitió en algunas otras disciplinas, demostrando que la pasión y el cuidado propio no son mutuamente exclusivos.
Así como en el trabajo del día a día y otras en situaciones de la vida, la salud mental juega un papel central porque permea en otros aspectos de nuestra salud. Hablar con expertos, asumir que es prioridad e invertir tiempo a la mejora de la salud mental son claves que muchos subestimamos, pero que terminan contribuyendo a otros problemas que a veces ni siquiera llegamos a relacionar con la salud mental.