Australia es conocida por ser la tierra de Margot Robbie, Russell Crowe y Cocodrilo Dundee, hogar de todo tipo de criaturas venenosas y paisajes espectaculares. Sin embargo, una de las cosas que también sobresale del país oceánico es por sus campañas públicas.
En ocasiones se ha mencionado el impacto de una publicidad que puede ser sarcástica, cómica o profunda, ¿pero qué sucede cuando es transgresora, fuerte e impactante? Entra en escena, el equipo de mercadeo del gobierno de Australia, quienes desde hace años han creado campañas contundentes para llamar la atención de sus habitantes.
De estos trabajos llaman la atención sus frases contundentes, que en ocasiones parecen ofensivas o mal sonantes, pero con un efecto contundente. Ejemplo de ello es la campaña de 1989 de la Comisión de Accidentes de Transporte (TAC), “If you drink and drive, you’re a bloody idiot” (Si bebes y manejas, eres un maldito idiota). La pieza principal de esta campaña era “Girlfriend” (Novia), donde una pareja es llevada al hospital después de un accidente. La chica muere y su novio se culpa de ello.
El trabajo fue un éxito, pero su mayor efecto fue la reducción de un 35% en los accidentes de tránsito por manejar en estado de ebriedad. La frase sigue siendo utilizada hasta el día de hoy y es parte de la memoria colectiva australiana. Otro ejemplo es el “Don’t be a tosser, put it in the bin” (No seas tonto, échalo en la basura), del departamento ambiental del estado de Nueva Gales del Sur, para reducir los desechos de las colillas de cigarro y la basura en las calles.
A pesar de su fuerte contenido, estas campañas han probado su efectividad, ofreciendo una perspectiva diferente al momento de idear campañas. Y tú, ¿piensas que de verdad en ocasiones el marketing transgresor puede dar un extra?