
Sí, así como lo lees. Estamos en presencia de la campaña de salud pública más grande en la historia de la humanidad. Ahora que las vacunas están disponibles y se comprobó su seguridad y eficacia, viene la parte que parecía más sencilla, pero resulta que es igualmente desafiante: vacunar a miles de millones de personas para generar la inmunidad de rebaño que detenga la propagación del virus.
Para esta gran campaña, gobiernos alrededor del mundo están en proceso, con mayor o menor éxito, de vacunar a sus ciudadanos. Sin embargo, incluso entre los países desarrollados vemos obstáculos que anticipan un proceso más largo de lo pensado.
Desde APC Publicidad hemos desarrollado algunas piezas relacionadas al COVID-19 y la motivación a la colaboración, por lo que ofrecemos algunas claves de lo que esta gran campaña debe hacer bien para avanzar lo más rápido posible:
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Controlar las expectativas
Las expectativas generan emoción, la emoción genera ansiedad y la ansiedad termina en frustración. A lo largo del año pasado vimos cómo se “sobre-prometía” en relación con el control de la pandemia y la decepción terminaba en una sociedad apática, ansiosa y poco colaborativa. Las campañas tienen que establecer expectativas realistas y concretas, aunque en su momento no generar tanta alegría como uno quisiera. Si la vacunación tomará hasta 2022, pues dejémoslo claro desde el principio.
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Reiterar el mensaje principal
Estas vacunas son un milagro. Las vacunas son seguras, fiables y eficaces. Vacunarse es un paso adicional para poder volver a salir con la tranquilidad de antes. Alrededor del mundo hay millones de personas que no confían o no están seguras de los efectos de las vacunas, o que creen que puede ser un riesgo para su salud. La vacuna debe funcionar como un martillo con los mensajes clave: las vacunas son seguras, las vacunas salvan vidas. Vacunarse es cuidar a tus seres queridos. Punto.
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Responder a la desinformación
Así como se puso de moda un fact-check periodístico, deberíamos considerar uno enfocado en los mitos de las vacunas y la COVID-19. Las campañas de salud pública deberían tener un sistema de escucha social activa para identificar posibles mitos o desinformaciones que estén surgiendo sobre la pandemia y la vacunación para atajarlos de inmediato y desmentirlos. Una vez que una mentira se instala en la psiquis de la sociedad, es mucho más difícil desmontarla.
