Las redes sociales se han convertido en una parte integral de las estrategias de marketing y comunicaciones de muchas organizaciones de atención médica. Las redes sociales son las plataformas que más utilizan para interactuar con los pacientes.
A través de plataformas como Twitter y Facebook, los médicos y los sistemas de salud pueden compartir alertas de salud relevantes, recibir comentarios de los pacientes y reforzar su marca con un enfoque en generar confianza. Al comunicarse con los pacientes en línea, los hospitales y los médicos establecen las bases para una relación positiva. Además de esto, los anuncios dirigidos con precisión a través de las plataformas de redes sociales ayudan en el contacto personalizado con los pacientes.
Por lo general, los médicos están completos todos los días: si tienen algo de tiempo libre, los hospitales a menudo les asignan citas de última hora. Los médicos ya solo pueden pasar unos 15 minutos con cada uno de sus pacientes, lo que les deja poco tiempo en el día para publicaciones relevantes en las redes sociales.
Los equipos de marketing pueden ayudar a los médicos a redactar publicaciones en redes sociales que solo necesitan aprobación. O bien, para generar más contenido original, los sistemas de salud pueden ofrecer incentivos a los médicos que publican contenido de calidad en sus cuentas de redes sociales de manera regular.
Mantener un aire de profesionalismo es una preocupación para toda la organización de atención médica, pero los médicos son excepcionalmente conscientes de cómo se los percibe en línea. Los médicos pueden estar preocupados de que sus colegas o pacientes les pierdan el respeto si comparten información inexacta, o temen que puedan terminar en el centro de una controversia.
Sin embargo, si todas las publicaciones son apropiadas y relevantes, es poco probable que se produzcan controversias. Si es necesario, los sistemas de salud deben monitorear todas las páginas de redes sociales conectadas y estar listos para bloquear o resolver de inmediato las inquietudes con usuarios excepcionalmente negativos.
En esta era impulsada por Internet, los pacientes tienen una gran cantidad de información médica y de salud al alcance de la mano. En algunos casos, la mejor manera de aprender a sobrellevar una condición de salud es intercambiando historias y consejos de persona a persona en un foro.
Estas plataformas impulsadas por pacientes utilizan el enorme alcance de las redes sociales para conectar a los grupos objetivo entre sí, y con sistemas de salud confiables y capaces. En estas redes y foros, los pacientes pueden explorar métodos de atención, aprender unos de otros y compartir libremente sus experiencias con diversas condiciones médicas y sistemas de salud.
Una razón principal por la que las organizaciones de atención médica participan en las redes sociales es para ayudar a educar a los pacientes. Quieren educar al público sobre investigaciones innovadoras y consejos para mantenerse saludables.
Las publicaciones frecuentes en las redes sociales, como los tweets, brindan numerosas oportunidades para la educación y el compromiso, aumentan la autoridad y la popularidad del usuario, y funcionan como una plataforma para mostrar los aspectos positivos de las organizaciones de atención médica.
Para aprovechar al máximo sus esfuerzos de participación en las redes sociales, es recomendable aprovechar los hashtags relevantes. Los hashtags se hicieron populares por primera vez en Twitter, presentados como una forma de vincular conversaciones y comentarios sobre temas similares para simplificar la búsqueda de usuarios y el seguimiento de la popularidad.
No hay duda de que los pacientes usan Internet para tomar el control de su propia salud. Los sistemas de salud deben intensificar su estrategia de redes sociales para llegar a las audiencias objetivo, impulsar la participación de los pacientes y mejorar los resultados de salud. Aunque los sistemas de salud deben superar los desafíos relacionados con la privacidad, las limitaciones de tiempo y la profesionalidad, las redes sociales ofrecen demasiados beneficios para que los sistemas de salud los ignoren.