Al pensar en tu estrategia de posicionamiento, una pregunta clave que debes hacer antes de comenzar es la siguiente: ¿Quieres promocionar una entidad o apoyarte en el reconocimiento de tus expertos?
Aunque en principio la gente piense que se puede buscar un equilibrio, lo cierto es que hay que priorizar. La personalización o no de la marca es una decisión clave para saber posicionar el negocio.
Por ello, hoy traemos unos elementos claves a considerar a la hora de tomar esta importante decisión que marcará el futuro del plan de publicidad:
Cuando nuestra estrategia de mercadeo se apoya en la imagen de un doctor, doctora o profesional de la salud estrella, el negocio se vuelve totalmente sensible a su reputación. Una crisis en la imagen del individuo afectará de manera sistémica el negocio. En cambio, el posicionamiento de una organización suele ser más resistente. En el top of mind de las personas está más claro que en una organización hay muchas personas.
Por otro lado, construir una marca conlleva tiempo. Si decidimos comenzar vendiendo directamente la imagen de una persona reconocida, el impulso inicial y la cartera de clientes crecerá más rápido. Aunque al promocionar un consultorio se pueda explicar la experticia y trayectoria del equipo que lo conforma, se necesitará invertir más recursos en reforzar ese mensaje porque se debe priorizar la marca de la empresa.
Las personas van y vienen, pero la marca queda para siempre. Si centramos nuestro plan de mercadeo en una persona, será más difícil crear una cultura empresarial que perdure en el tiempo. La personalización genera barreras para el crecimiento de identidades paralelas.
Cada vez queda más claro que la gente no confía en organizaciones, confía en personas. Ya sea un representante de la empresa o un tercero, si alguien no ha tenido una experiencia personal con un consultorio, probablemente no lo visite a menos que alguien de confianza le recomiende hacerlo. El reconocimiento de un profesional estrella cultiva una confianza desde el inicio.