Cada 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, el tema de la observación de 2021 es la salud sexual en un mundo digital y el lema es: "Enciéndalo: salud sexual en un mundo digital". La razón para elegir el lema “Enciéndelo” es el mensaje de generar conciencia sobre la salud sexual y los derechos sexuales y hacerlos cumplir, ya que también hay muchas violaciones y abusos de los derechos sexuales en el espacio digital.
Vivimos en un mundo que no diferencia entre digital y analógico para conectar en nuestras relaciones, en el intercambio de ideas y en nuestro aprendizaje. El mundo digital se ha convertido en un espacio cotidiano en el que pasamos muchos momentos de nuestro día a día, donde tenemos conexiones universales que nos permiten acceder y ampliar contenidos e información para promover la salud sexual y los derechos sexuales a través de la difusión de mensajes adecuados.
En términos de salud pública, Internet se ha convertido en una fuente de consulta y recomendación. Desde foros de consulta generados por usuarios anónimos y laicos sobre el tema, hasta el auge de las webs especializadas de consulta y promoción de la salud. Existe un elevado tráfico de datos online orientados a la búsqueda activa de información y asesoramiento en materia de salud.
A priori es posible pensar que hay un elevado número de aplicaciones dirigidas a los jóvenes y la sexualidad, y eso es cierto si nos centramos en aplicaciones sobre sistemas de citas o enfoques lúdico-sexuales, pero no existe un panorama amplio de herramientas que promuevan las prácticas sexuales saludables tanto entre los jóvenes como entre las personas de cualquier grupo de edad. Además, es muy fácil acceder a la información, pero eso no significa que siempre puedan discriminar entre lo que es veraz y confiable de lo que no lo es.
Pero surgen otras cuestiones cuando hablamos del uso de la tecnología digital e Internet con fines sexuales; una de ellas es la privacidad, la consensualidad, el consentimiento informado o la confidencialidad. La Internet y el uso de aplicaciones abre posibilidades, pero también plantean interrogantes y crean amenazas como la posibilidad de acoso sexual y ciberacoso relacionado con el sexo en contextos digitales.
El uso de la tecnología ha exigido la reformulación y la reconceptualización de lo que es la salud sexual y los derechos sexuales en un mundo digital y debemos aprender a integrar las tecnologías en la vida de las personas en un marco ético de derechos humanos.