El Día Mundial del Farmacéutico (25 de septiembre), diferente al Día Mundial de la Industria Farmacéutica (5 de enero), fue una creación de la Federación Farmacéutica Internacional (FIP). El consejo de esta organización votó para establecer el evento a fines de la década de 2000 durante una conferencia que organizaron en Estambul, Turquía. El objetivo de la jornada es llamar la atención sobre las farmacias y los beneficios positivos que ofrecen en materia de salud. La FIP anima a todos sus miembros a involucrarse para que el evento sea un éxito.
Cada año, la organización anuncia un tema diferente para que las asociaciones y las personas de la industria farmacéutica puedan organizar campañas nacionales o proyectos locales para mostrar el buen trabajo que hacen para ayudar a mejorar la salud de las personas en todo el mundo. Esto puede incluir dar conferencias, realizar exposiciones u organizar un día de actividades para adultos y niños para demostrar las muchas formas en que una farmacia puede ayudarlos.
El tema del Día Mundial del Farmacéutico de 2021 es “Farmacia: siempre de confianza para su salud". La confianza es una parte central de todas las relaciones humanas y un elemento fundamental del capital social. La confianza también es esencial para la atención médica. Existe una asociación significativa entre la confianza en los profesionales de la salud y los resultados de salud de los pacientes.
En la sociedad actual, el farmacéutico ocupa un lugar importante dentro de la calidad de vida y el bienestar, porque muchas de las cuestiones que se consultan en una farmacia las resuelve este profesional de la salud. Si bien los médicos deben diagnosticar enfermedades y prescribir tratamientos, el farmacéutico ha de asistir, asesorar y, en definitiva, guiar a sus clientes desde que inician un tratamiento.
Por lo general, los farmacéuticos completan una maestría en farmacia de cuatro años o un doctorado en farmacia. Una vez registrados, emprenden un aprendizaje permanente o una formación adicional para ser más especializados.
Como proveedor de atención médica más accesible en muchas partes del mundo, que trabaja en instalaciones que operan más horas de trabajo que muchas otras instalaciones de atención médica, son capaces de demostrar de manera consistente sus habilidades.
Muchas relaciones entre el paciente y el farmacéutico se basan en la confianza construida a lo largo del tiempo. Por ejemplo, la sociedad general confía en sus consejos y su confidencialidad, y cada vez más gobiernos confían en estos profesionales para administrar vacunas y brindar otros servicios ampliados. Además, los sistemas sanitarios confían en los farmacéuticos para encontrar soluciones a la escasez de medicamentos.
Ahora nuestras sociedades se encuentran en una época de desconfianza generalizada, alimentada por la pandemia de COVID-19 y la infodemia e infoxicación que la rodea. En un momento de incertidumbre y cuando la duda sobre las vacunas sigue siendo un obstáculo importante, la confianza del público en la farmacia es más importante que nunca.