¿Es ética la libertad total para productos que causan un daño a la salud? ¿Es ético censurar un tipo de productos y otros no? ¿Quién debería decidir qué se puede hacer en publicidad y qué no? Todas estas son preguntas que nos debemos hacer a la hora de hablar sobre ética, legalidad y publicidad.
Primero, diferenciemos los términos. La ética está formada por costumbres y normas que determinan el comportamiento humano. Es decir, la ética puede variar según la visión filosófica o la cultura de cada comunidad. La legalidad por otra parte, son las reglas o normas claras que una sociedad ha determinado para regir la convivencia.
Todo lo que es ilegal, por ende, no es ético. Sin embargo, hay un margen muy amplio de cosas cuestionables éticamente que son legales. En ese espacio es que se mueven las discusiones sobre la publicidad de cigarrillos, azúcar u otros productos que tienen efectos sobre la salud.
Son incontables la cantidad de legislaciones para tratar de desplazar la publicidad de estos productos del plano ético al legal. Por ejemplo, la lucha más emblemática en este terreno es la de las organizaciones internacionales de la salud contra el consumo de tabaco. Hoy en día, incluso las propias empresas de tabaco han creado productos novedosos que buscan la disminución de los componentes más dañinos del tabaco.
No obstante, el dilema existe y evoluciona con la sociedad. Las compañías que basan sus productos en azúcar han sido cada vez más escrutadas. En México especialmente, la publicidad tiene limitantes que deben ser consideradas.
Las consideraciones éticas son importantes para moldear el debate púbico que define nuestras leyes. Por ejemplo, hoy en día hay esfuerzos por regular de manera más agresiva la comida rápida y el etiquetado de alimentos en general.