¿Alguna vez te has preguntado en qué momento una marca pasa de ser un logo sobre un producto a un concepto?
No hay una respuesta ni un camino puntual que defina este cambio, pero para este ejercicio de análisis lo podemos visualizar de la siguiente manera: en el momento en que una persona se ponga una camisa con tu logo sin un motivo especial, y esta no sea un colaborador de tu empresa, el primer evangelizador de tu marca ha nacido.
El tiempo, la historia o las circunstancias ofrecen múltiples vías para que una marca se convierta en más que una entidad comercial. A veces sucede de manera espontánea y otras de manera planificada. Para quienes quieran comenzar ese proceso y trabajarlo, el activismo de marca se vuelve un punto central de su estrategia.
Si tu objetivo es convertir a tu empresa en un concepto o modelo social, tu objetivo lógicamente se vuelve algo más allá de lo comercial. Es necesario que tu empresa asuma causas, luchas o movimientos y para eso es el activismo de marca.
Los famosos videos de Nike o Coca-Cola vienen luego de una estrategia en la que la empresa decide apoyar causas puntuales para que las personas puedan relacionarse a nivel de identidad con ellos.
Si tu empresa quiere implementar el activismo de marca, hay algunos elementos que debe tener en cuenta para su desarrollo:
Un plan estratégico
Lo primero es analizar qué se quiere lograr y qué se busca con el activismo de marca. Los decisores de la empresa deben estar bien alineados antes de dar el paso.
Una misión y visión
Apoyar una serie de causas significa tener unos valores, una misión y una visión muy claras como organización. No se puede ser contradictorio ni sólo sumarse a cualquier causa popular, porque tendrá poco efecto o peor: la gente te identificará como una organización oportunista. Definir una visión es lo único que te mantendrá firme en los momentos positivos y negativos.
Liderazgo
Alguien tiene que dar la cara por la empresa y hacerlo bien, así de sencillo. Formar y entrenar a voceros y líderes de la organización es fundamental para que la voz de todos tenga un amplificador creíble y respetado.
Capitalización de los beneficios
Volvemos al punto original. Tu empresa tiene que saber capitalizar ese activismo en su propósito general de crecer y generar ganancias. El activismo de marca va más allá de lo comercial pero no es sostenible si la empresa no es sostenible.