Cualquier estrategia publicitaria y de comunicación en general, se basa en un intercambio que avanza más rápido o más lento según la confianza entre la empresa y el consumidor. El mensaje de una empresa con credibilidad llega más pronto y con más fuerza que el de una organización que no goce del mismo reconocimiento.
Esto es cierto tanto para las empresas como para los sectores. La mentalidad humana, que tiende a simplificar la información y más en un entorno de infoxicación, interpreta que la reputación de un sector es igual a la reputación de cada empresa. Afortunadamente para el sector salud en México, la industria goza de uno de los niveles más altos de confianza de la población en el mundo entero.
La media global es de 57%, y en México alcanzó hasta 72%. Sin duda, las empresas pueden construir su estrategia de mercadeo con un terreno narrativo ganado, en el que casi 4 de cada 5 personas tiende a confiar en lo que recibe del sector. La única pregunta es ¿2020 implicará un cambio de perspectiva?
En otros países, las personas no son tan receptivas ante la industria. Sin ir muy lejos, el propio estudio de Statista indica que en países como Alemania o Estados Unidos, la confianza ronda en un 40%. Y esa desconfianza se ha manifestado, especialmente en el país vecino, con grupos o comunidades que abiertamente llaman a rechazar productos como las vacunas.
De hecho, esta crisis de los anti-vacuna se ha exacerbado de tal manera, que ante el COVID-19 ya algunas organizaciones a nivel mundial estudiaban la mejor manera de comunicar el lanzamiento de la esperadas vacunas para mejorar los niveles de vacunación, y anticipar las reacciones ante posibles tropiezos en el camino.
Este contexto ha obligado a que las importantes sumas de dinero invertidas en el lanzamiento de las vacunas incluyan parte del presupuesto a comunicar los beneficios, importancia y expectativas de una manera más entendible, de una manera más humana.
Aunque la situación no sea igual y la sensibilidad comunicacional de las vacunas en este ambiente es mucho mayor, las estrategias que hoy se estudian serán una referencia para el futuro. Una estrategia de comunicación, con mensajes estudiados y pensados para considerar la visión de cada una de las unidades dentro de la empresa de salud, para adaptarse a cada fase de ensayo clínico en el lanzamiento de un producto, o simplemente para humanizar las operaciones de una empresa de salud para con sus comunidades y audiencias, son notas clave para entender cómo crecer en el futuro.