Es una realidad que desde la llegada de la COVID-19 somos más conscientes de nuestra salud y bienestar. Hablamos más de salud mental, dolencias que quizá antes era impensable compartir, y esto los buscadores web y los motores de búsqueda lo saben. La accesibilidad a internet junto con la pandemia ha tenido como resultado un desarrollo cada vez mayor de contenidos de salud.
Google, Firefox y demás buscadores se han convertido en una fuente de información para los profesionales de la salud y marcas del sector. Y es que no es nada extraño que los usuarios utilicemos o recurramos a los buscadores para anticipar un diagnóstico.
Cómo decíamos, Internet se ha convertido en una herramienta esencial para la búsqueda de información en todos los ámbitos, y el sector salud no es una excepción. Cada vez son más las personas que recurren a la red para obtener información sobre enfermedades, tratamientos, síntomas, entre otros aspectos relacionados con su salud.
Las búsquedas de información sobre salud en Internet han experimentado un gran aumento en los últimos años. Según un estudio realizado por Pew Research Center, en Estados Unidos, el 80% de los usuarios de Internet han buscado información sobre temas relacionados con la salud en línea. En éste mismo estudio, se evidenció que la mayoría de los usuarios que buscan información en línea sobre salud lo hacen para obtener información sobre enfermedades y tratamientos específicos.
El acceso a información médica en línea ha permitido a los pacientes y cuidadores tomar decisiones más informadas sobre su salud y bienestar. Sin embargo, la búsqueda de información en línea también puede ser un arma de doble filo si no se toman ciertas precauciones. Es por ello que es importante conocer cómo buscar información médica en línea de manera segura y fiable.
• Información errónea: uno de los mayores riesgos de buscar información médica en línea es la posibilidad de encontrar información errónea. Muchos sitios web proporcionan información que no está respaldada por la ciencia o que está basada en experiencias personales. Esta información puede ser peligrosa si se utiliza como base para tomar decisiones médicas importantes.
• Auto-diagnóstico y tratamiento: al encontrar información en línea, muchos usuarios pueden caer en la tentación de auto-diagnosticarse y auto-tratarse. Sin embargo, esto puede ser peligroso, ya que la información en línea no puede reemplazar la opinión de un profesional de la salud.
• Privacidad y seguridad: en el momento de buscar información médica en línea, los usuarios pueden compartir información personal y médica sensible en sitios web no seguros. Además, algunos sitios web pueden recopilar y vender información personal a terceros, lo que puede comprometer la privacidad del usuario.
• Ansiedad y estrés: La búsqueda de información en línea sobre temas de salud puede generar ansiedad y estrés en algunas personas. Los usuarios pueden sentirse abrumados por la cantidad de información disponible o preocupados por el contenido que han encontrado.
1. Utiliza fuentes de información confiables: es importante asegurarse de que la información que está consultando sea precisa y esté respaldada por investigaciones científicas. Algunos sitios web confiables son los de organizaciones médicas y gubernamentales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
2. Verifica la fuente de la información: cuando encuentres información en línea, asegúrate de verificar la fuente. Busca el autor o la organización responsable del contenido y verifica su credibilidad.
3. Consulta con un profesional de la salud: siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de tomar cualquier decisión médica importante. La información en línea puede ser útil, pero no debe sustituir la opinión de un profesional sanitario.
4. Ten cuidado con la información errónea: Existen muchos mitos y conceptos erróneos sobre la salud que se propaga en línea. Ten cuidado al leer información que suena demasiado buena para ser verdad o que parece exagerada y asegúrate que esté contrastada.
5. No confíes (únicamente) en los testimonios de pacientes: Los testimonios de pacientes pueden ser útiles, pero no siempre son una fuente fiable de información médica. Recuerda que cada persona es única y puede reaccionar de manera diferente a un tratamiento o medicamento.
En México, al igual que en otros países, hay un gran interés por parte de la población en buscar información sobre salud en línea. Según una encuesta realizada por la empresa Ipsos, en 2021, el 73% de los mexicanos han buscado información en línea sobre temas de salud.
Entre los temas de salud más buscados en línea por los mexicanos se encuentran:
1. Enfermedades y tratamientos: Como en otros lugares del mundo, la información sobre enfermedades y tratamientos específicos son dos de los aspectos más buscados en línea por los mexicanos. Entre las enfermedades más buscadas en línea por los mexicanos se encuentran la diabetes, el cáncer, la hipertensión, el VIH/SIDA, y la COVID-19.
2. Nutrición: La búsqueda de información sobre nutrición y dietas saludables es otra de las principales razones por las que los mexicanos consultan información en línea sobre salud. Esto se debe en parte a los altos niveles de obesidad y sobrepeso que existen en el país.
3. Salud mental: La búsqueda de información sobre salud mental también es cada vez más común en México. Entre los temas más buscados se encuentran la depresión, la ansiedad, el estrés, y la salud emocional.
4. Sexualidad y salud reproductiva: Los mexicanos también buscan información en línea sobre temas relacionados con la sexualidad y la salud reproductiva, como anticoncepción, enfermedades de transmisión sexual, y problemas de fertilidad.
Vivimos en el avance continuo y en la época de la información. Hoy en día con los motores de búsqueda e incluso ahora con el acceso a la inteligencia artificial (Chat-GPT) es fácil acceder a conocimiento e información, sin embargo, al hacer este ejercicio es importante tener en cuenta que la búsqueda de información médica en línea puede ser útil, pero también puede ser peligrosa si no se toman ciertas precauciones. Los usuarios deben buscar información en fuentes confiables, verificar la información y, en caso de duda, consultar con un profesional de la salud antes de tomar decisiones médicas importantes.