Varias de nuestras campañas ayudan a entender la importancia de un balance entre nuestra actividad física y alimentación. La armonía de nuestro cuerpo con la actividad y el consumo tiene beneficios físicos, hormonales, sociales y psicológicos.
Aunque las responsabilidades de la vida diaria demanden casi todo nuestro tiempo y energía, lo que casi siempre resulta en que no le dediquemos tiempo a nuestro bienestar, te traemos algunos tips y consejos para que este año puedas definitivamente darle prioridad a tu salud.
Selecciona metas, pero alcanzables
En el mundo militar, a todos los integrantes les enseñan a acomodar su cama apenas se levantan. Es la primera actividad del día y nunca se salta. ¿Por qué? Porque es una pequeña tarea sencilla que les permite iniciar la jornada con un resultado y pone en marcha una psicología que los hace más productivos. Lo mismo tiene que ser con tus metas de salud, alimentación y ejercicio: comienza con metas modestas y alcanzables, para motivarte desde allí a seguir avanzando.
Súmate a un compañero
Cuando solo dependes de ti es más fácil tirar la toalla en esos días que te sientes cansado. Con solo encadenar un par de días que, sin tu rutina, fácilmente la dejarás de lado. Por ello, es que coordinar tus entrenamientos o metas alimenticias con un compañero te obligará a seguir adelante. Es un beneficio mutuo.
Marca tu punto de partida
En el camino es fácil perder la inspiración. Toma una foto de tu primer día, para que te acompañe durante cada semana y los cambios te sirvan de motivación para seguir adelante. Sigue tomando fotos a manera de registro así cuando veas hacia atrás, veras todo lo que has logrado.
Establece una rutina y un horario
Todo funciona mejor en una mente bien organizada. Si tienes jornadas complicadas de trabajo, lo único que te dará la oportunidad de seguir adelante es que le des tiempo y forma a lo que quieres hacer para lograr tus metas y te planifiques. Además, es importante elegir una rutina que te pueda entretener.